jueves, 12 de febrero de 2009

468 años


Hace 248 años atrás, en esta misma fecha Pedro de Valdivia Fundaba Santiago del nuevo extremo se subió al cerro Huelen. Y miro el vallo y con el protocolo de esas fechas dio unas palabras a los indios, que no entendían un carajo de que hablaba este extranjero vestido en acero y se subía a un caballo.

 Así nació esta ciudad como dije han pasado 248 años, hemos visto de todo, terremotos, como el Mapocho se llevaba autos en una furia de invierno, protestas, gases lacrimógenos, celebraciones multitudinarias.

Pero de eso ya todos saben, en mis años como santiaguino y aunque nací al borde de tus faldas en San Bernardo. Tengo una relación amor y odio hacia ti.

 Vivo en tu corazón hace mas de dos años y me encanta veo como tus venas se llenan de gente y corren como frenéticas luces de una sala de baile. Pero me tomo el tiempo.

Hoy te saludo pero con una amargura, no quiero estar en tus manos Santiago, no sin  ella.

Si ella que llego un día enero Con su mochila a cuestas pidiendo un lugar dentro de tu cuerpo, te iba conociendo en esos tiempos, venia de ver en que lugar de ti tenia una casa el poeta que murió en Isla Negra. Ella te quiere como yo te quiero a ti.

Pero cuando estoy sin ella me pareces frío Santiago. Me siento fuera de ti. Desearía que te mimetizaras con tu hermana mayor del Cono Sur, que caminara por Miraflores y en la vuelta de la esquina estuviera Carlos Calvo.

Santiago con tu Calor Infernal en Santiago y tu virgen que mira lo que pasa a estas células eléctricas que llamas Ciudadano.

Te amo cuando nos hacemos cómplices y te camino por la noche, viendo tu otra cara.

O Cuando ella se prestaba a llegar y tú te volvías hermoso. Te emperifollas de manera muy elocuente, hermosa ciudad, como hermosa es su cara y su andar pasivo por tus calles. Espero que tengas una feliz celebración dicen los que te mandan harán sonar las campanas de las iglesias que cumples un año mas. Santiago permíteme decirlo hoy no me quiero acá solo quiero los labios de ella y su calor, que en santiago se vuelve mas naranjo, tan así como tus atardecer cuando el sol choca con la cordillera de la costa.

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